30.4.08

Qué te dicen mis ojos?
atrévete a creer en mí
ahora que la vida da vueltas
y nos tiene juntos otra vez
Dejamos atrás meses de ausencia
de esporádicos contactos
de señales sin destino
de espacios diferentes
Hemos vuelto a las melosas voces
a los abrazos compuestos
a los nervios que se disfrutan
a las miradas que brillan
para volver a ser nosotros
los que siempre fuimos

28.4.08

En mi regreso a este mismo mundo
escucho desde adentro
vuelo con los ojos abiertos
observo el universo
me siento junto al mar
camino en las montañas
creo
siento
amo

24.4.08

Todavía sigues por aquí
pero desapareces
cada vez son menos frecuentes
tus visitas en mi mente
sales de mis pensamientos
el corazón ya no palpita como antes
sana
está mejor
comienza a resurgir
en estos tiempos de continua reflexión
sentimientos
ideas
vienen y van
observo lo que me rodea
el lugar donde vivo
el momento por el que paso
y me dejo fluir
resolviendo dudas
viviendo el presente
disfrutando lo que hago
así lo vibro
así lo pienso
así lo escribo

21.4.08

EN YELAPA ...

Este fin de semana desde Puerto Vallarta tomé un taxi acuático, una de las llamadas "pangas" para trasladarme hacia el sur con dirección a Yelapa. Un viaje de 50 minutos a la orilla del Pacífico me llevó a este lugar que sólo se accede a través de los distintos medios marítimos como barcos, lanchas, yates, jet ski, etc. No hay autos y lo único que circula por sus pequeñas calles son caballos, burros, bicicletas y motocicletas. Una pequeña bahía forma las aguas de este asentamiento que tiene ya varias décadas de existencia, lugar de pescadores y sitio para descansar. A mi llegada decidí bajarme en el muelle ubicado en el pueblo para recorrer sus diferentes caminos en subida y bajada hasta llegar a la parte de la playa, los restaurantes y los hoteles. Cerca del medio día, me quedé de ver con Roberto, el encargado de las cabañas en las que pasaría la noche y ya estaba ahí esperándome muy atento. Pasamos a conocer el lugar llamado La Joya, son 4 cabañas con piso de barro y palapa en el techo, muy fresca y con todo incluido, cocina, refri, hamaca, etc. Localizado al centro de la bahía a unos metros de la orilla del mar, dimos un leve paseo por las instalaciones y después le pedí la recomendación de un sitio para comer. Me fui hacia el Restaurante Domingo's donde comí un coctél de pulpo con camarón, sabroso pero nada más. Tengo que reconocer que los mariscos que comí en Sinaloa son de los mejores del mundo, que ni qué.
Bien, el único detalle y por el cual no tengo testimonios gráficos esta vez es porque mi cámara se ha descompuesto... chale!, por alguna extraña razón el lente no sale y marca error, vuelvo a hacer la operación, no funciona y no pude tomar fotos.
Después de comer hice una pequeña caminata por el río para conocer los alrededores y luego subirme a un caballo para hacer la respectiva visita a la cascada, un paseo de unos 25 minutos en los que pasas por diferentes sitios del pueblo, muchas casitas, la iglesia, restaurantes y un lugarcito donde le llaman la casa de la imaginación que es un centro de manifestación de ideas muy chido, estuve platicando un ratito con Kelly, la gringa que tiene a su cargo el proyecto. Al lado de la cascada hay un barecito y parada obligatoria para una chelita. Pasó la tarde muy agusto y poco a poco todo fue obscureciendo, es un ambiente muy bonito porque comienzan a encenderse las velas, hay muy poca luz y todo adopta un ambiente muy especial.
Esa misma noche quedé de cenar con gente del Hotel Lagunita para conocer sus servicios y alimentos. Me recibieron con una copa de vino y yo me pedí un filete al mojo de ajo con verduras al vapor y de postre un brownie con helado, muy sabroso y satisfecho. Una plática muy superficial de negocios y ya. Los dejé para irme al pueblo a dar la vuelta, caminar de noche bajo la luna y descansar siendo arrullado por el sonido de las olas y diferentes insectos.
Por la mañana, el concierto de sonidos fue aumentando de tono, cientos o miles de aves tal vez, despertaban a un nuevo día y nos hacían notar su presencia con sus diferentes cantos, la total y absoluta naturaleza. Eran las 5 de la mañana pero no importó, lo viví junto con ellos disfrutando finalmente de su propio espacio el cual hemos invadido. Más tarde localicé un restaurante que ya había abierto y me tomé un cafecito. Esos momentos de la mañana en que estás solo enmedio de la playa, con la bruma y neblina que se disipa, los pájaros que vuelan y viendo cómo poco a poco todo el lugar comienza a despertar son bárbaros. Después llegó el desayuno y más tarde un obligado descanso en la playa, musiquita y chelita. En lo alto volaban unos parapentes y en su descenso aterrizaron a unos metros de donde yo estaba, platiqué con ellos y me invitaron a su casa, llegó otro gringo con su guitarra y circulaban chelas y más chelas, canciones de Dylan, Marley, etc. Por casi pierdo mi taxi de regreso ya que tenía que estar a las 3 de la tarde y ya traíamos alto reven, de regreso venía platicando con una familia que venía en el mismo tono que yo, para no variar. Llegamos al muelle en Vallarta y caminé un poco, la playa estaba llena como un domingo cualquiera cuando de pronto se dejó ver un pequeño delfin acercándose a la orilla. La gente se acercaba para querer tocarlo, dejé mi mochila sobre la arena y me acerqué junto con otros para no dejarlos tocar y al contrario, hacer que el animalillo se regresara hacia adentro del mar, fueron más de 5 minutos de ir y venir cuando la acumulación de gente era mayor, por supuesto, lleno de curiosos y cámaras y celulares registrando esos momentos. Total que finalmente el delfin reencontró su camino y esta historia terminó.

18.4.08

ATARDECERES


Recuerdo desde siempre mi enorme afición por observar estos extraordinarios momentos en los que el día y la noche se mezclan dando paso a una frecuencia distinta en la que el tiempo pareciera que se detiene por instantes para que el astro rey se despida lentamente de nosotros mostrando su amplia gama de colores.

14.4.08

DESDE LA CIMA !!


Después de haber vivido experiencias tan grandes durante estas dos semanas de viaje, es un tanto complicado poder describir con palabras la infinidad de sentimientos y pensamientos que pasaron por mi cabeza en el transcurso de estos días. Confirmo que mi pasión es viajar y que sin duda alguna, es la mejor manera de aprender de tí mismo y de las cosas que te rodean. Siempre encuentras el espacio para la reflexión, para abrir los ojos y ubicarte en este mundo, para darle significado a lo que haces y dices. Caminar en medio de la sierra tarahumara escuchando el viento, estando en silencio conmigo mismo, observando paisajes interminables, siendo parte de la inmensidad y respirando libertad son momentos que no los cambio por nada.

11.4.08

A CAMINAR ...

Y bien, llegó el momento de comenzar la caminata. Salimos de las Cabañas con rumbo al que sería nuestro primer campamento en un lugar llamado Huemachi. Además de todo el grupo ibamos acompañados por un caballo y 5 burros que eran los encargados de hacer la chamba pesada, cargar todas nuestras cosas, la comida, las tiendas de campaña, mesas, sillas, etc. Iban en paralelo a nosotros aunque por algunos tramos tomaban caminos menos complicados que los nuestros, que ibamos por veredas en distintos tipos de terreno. Como en cualquier caminata lo que no puede faltar son zapatos cómodos, una buena dotación de agua así como algunas raciones de dulces, cacahuates y nueces para comer durante el camino.
Total que caminamos por 4 dias, 7 horas diarias y un promedio de 25 kilómetros por día, una experiencia bárbara. Después del primero, los siguientes campamentos fueron en lugares como Chihuerabo, El Naranjo y finalmente Urique. Llegábamos por las tardes, montábamos las tiendas de campaña, prendíamos fuego, cocinábamos y disfrutábamos de las impresionantes noches de estrellas que brillaron más que nunca ante la extraordinaria combinación de sitios completamente obscuros y el cielo sin luna dejando lugar a la pura luz estelar que iluminaba nuestros ojos y corazones.

Continuará ...

9.4.08

CHEPE

Al día siguiente llegó el momento de subirnos al tren mundialmente conocido como CHEPE que va desde la ciudad de Chihuahua hasta los Mochis en viaje de ida y vuelta. Un recorrido con una infinidad de paisajes que circulan por la majestuosa Sierra Tarahumara a través de distintos túneles y puentes que nos permiten observar la enorme diversidad geográfica.
En este caso nos subimos en la estación el Fuerte para después de 5 horas bajarnos en la estación de San Rafael. El tren cuenta con asientos muy cómodos, comedor y bar así que el traslado es bastante ameno. Para tomar fotos es recomendable irse por algún tiempo en la parte de afuera, respirar el fresco aire y estar atentos a los paisajes tan distintos que se nos presentan

Llegando al sitio indicado ya nos estaban esperando para trasladarnos a las Cabañas de Guitayvo en una van para 15 pasajeros. Un viaje de hora y media hasta la parte de arriba de la Sierra.
Aquí tienen una probadita de los paisajes que se ven por allá ...









Esta es parte de las famosas Barrancas del Cobre, un sitio muy especial y sin comparación, es único y si tienen oportunidad de visitar en algún momento no lo duden por nada del mundo.

Continuará ...

8.4.08

HE VUELTO !!!

Estoy de regreso después de 2 semanas de viaje por los Estados de Sinaloa y Chihuahua.
Cómo definirlo?
Simplemente increíble, superó sin duda alguna la expectativa y todo salió más que excelente verdaderamente.

La Ciudad de los Mochis en el Estado de Sinaloa fue el punto de partida de estas extraordinarias jornadas, una respectiva caminata por las calles céntricas así como una comida suculenta de mariscos al por mayor fueron el inicio promisorio de una fantástica aventura de principio a fin.
Al día siguiente reunimos a todo el grupo conformado por 11 personas para dirigirnos a El Fuerte, una villa con más de 400 años de antigüedad y un sitio en el que sus pequeñas calles, plazas y edificios parecen atrapados en el tiempo.
El río del mismo nombre circula por toda la ciudad y en él se pueden hacer paseos en balsa que te llevan a sitios como El Cerro de las Máscaras en donde se observan algunos petroglifos.
Muy cerca de ahí también se encuentran dos de las presas más importantes del país (Hidalgo y Domínguez).

Nos hospedamos en el Hotel El Fuerte que fue una vieja casona y de las primeras en construirse en la ciudad. Llena de detalles y cada habitación con toque distintivo muy especial que te remonta muchos años atrás hacia la época de la Revolución en la que personajes como Francisco I Madero y Venustiano Carranza desfilaron por ahí.

Continuará ...