En este mi último día en Ushuaia estoy listo para vivir la aventura de navegar por el Canal de Beagle. El clima es muy frío, podría decir que la jornada más congelante de todo el viaje. Muchos de los paseos turísticos se han cancelado por el intenso viento que sopla. Toda la mañana ha caído nieve, las calles, los techos de las casas y autos lucen un blanco esplendoroso. Salí del Hotel temprano para bajar caminando y disfrutar de esta ciudad. Me acerqué al puerto y sólo una de las embarcaciones estaba lista para zarpar. No era la mía, ni hablar. Tuve que cambiar de compañía aunque ciertamente el paseo era muy similar. El recorrido parte desde Ushuaia hacia el sur visitando algunas de las islas cercanas, entre ellas y primera parada del paseo la Isla Alicia en donde pudimos avistar a unos cuantos metros de distancia una considerable colonia de lobos marinos. Los sonidos y los llamados entre ellos con un tono muy particular. Iban y venían del agua, otros intentaban unirse a cualquier grupo para guardar cierto calor dentro de lo posible.
La nieve seguía cayendo y solo algunos nos encontrabamos en cubierta. Con la proa en marcha, nos dirigimos a la Isla de los Pájaros en donde habitan los Cormoranes reales y también los imperiales. Estas grandes aves de pronto se pueden confundir con los pingüinos, son muchísimos y forman un panorama muy particular. Más adelante continuamos hacia la Isla de los Lobos en donde nos encontramos con aquellos ejemplares llamados de dos pelos. La imagen es llamativa al observar esas grandes masas de grasa, algunos recostados y otros en lento movimiento.
Finalmente, llegamos hasta el Faro Les Eclaireurs, que es un auténtico símbolo de toda la zona y que se le conoce como el Faro del Fin del Mundo. Es lo más al sur que puedes llegar en el Continente, turísticamente hablando. Hay expediciones e investigaciones más al sur pero de manera profesional y con personal especializado para estos climas tan extremos que se viven tan cerca del Polo Sur. Emprendimos el camino de regreso con todos los pasajeros dentro de la cabina ya que el frío, el viento y la lluvia que comenzaba a caer eran casi insoportables. Nos regalaron un mapa de recuerdo y un diploma que confirma nuestra asistencia a este paseo en la Patagonia Sur, en la Isla Tierra del Fuego, en Ushuaia y en el Fin del Mundo.
Todo ha salido extraordinario, estoy por demás contento y esta misma noche vuelo a Buenos Aires. El viaje ya está terminando. Nos seguimos leyendo ...