25.11.08

EL LLAMADO FARO DEL FIN DEL MUNDO ...




En este mi último día en Ushuaia estoy listo para vivir la aventura de navegar por el Canal de Beagle. El clima es muy frío, podría decir que la jornada más congelante de todo el viaje. Muchos de los paseos turísticos se han cancelado por el intenso viento que sopla. Toda la mañana ha caído nieve, las calles, los techos de las casas y autos lucen un blanco esplendoroso. Salí del Hotel temprano para bajar caminando y disfrutar de esta ciudad. Me acerqué al puerto y sólo una de las embarcaciones estaba lista para zarpar. No era la mía, ni hablar. Tuve que cambiar de compañía aunque ciertamente el paseo era muy similar. El recorrido parte desde Ushuaia hacia el sur visitando algunas de las islas cercanas, entre ellas y primera parada del paseo la Isla Alicia en donde pudimos avistar a unos cuantos metros de distancia una considerable colonia de lobos marinos. Los sonidos y los llamados entre ellos con un tono muy particular. Iban y venían del agua, otros intentaban unirse a cualquier grupo para guardar cierto calor dentro de lo posible.
La nieve seguía cayendo y solo algunos nos encontrabamos en cubierta. Con la proa en marcha, nos dirigimos a la Isla de los Pájaros en donde habitan los Cormoranes reales y también los imperiales. Estas grandes aves de pronto se pueden confundir con los pingüinos, son muchísimos y forman un panorama muy particular. Más adelante continuamos hacia la Isla de los Lobos en donde nos encontramos con aquellos ejemplares llamados de dos pelos. La imagen es llamativa al observar esas grandes masas de grasa, algunos recostados y otros en lento movimiento.
Finalmente, llegamos hasta el Faro Les Eclaireurs, que es un auténtico símbolo de toda la zona y que se le conoce como el Faro del Fin del Mundo. Es lo más al sur que puedes llegar en el Continente, turísticamente hablando. Hay expediciones e investigaciones más al sur pero de manera profesional y con personal especializado para estos climas tan extremos que se viven tan cerca del Polo Sur. Emprendimos el camino de regreso con todos los pasajeros dentro de la cabina ya que el frío, el viento y la lluvia que comenzaba a caer eran casi insoportables. Nos regalaron un mapa de recuerdo y un diploma que confirma nuestra asistencia a este paseo en la Patagonia Sur, en la Isla Tierra del Fuego, en Ushuaia y en el Fin del Mundo.
Todo ha salido extraordinario, estoy por demás contento y esta misma noche vuelo a Buenos Aires. El viaje ya está terminando. Nos seguimos leyendo ...

21.11.08

TIERRA DEL FUEGO !!!




La visita obligada al estar en Ushuaia es el Parque Nacional Tierra del Fuego, un bosque impresionante de unas características geográficas muy llamativas con lagos, ríos y bahías en la parte más al sur de la Patagonia.
Nuestra primera actividad fue en el agua, llovía ligeramente y soplaba un viento bastante frío, nos equipamos y divididos en 2 grupos subimos a las embarcaciones para comenzar a navegar por las aguas de este lugar natural. Fue un paisaje distinto, el agua clara y toda la vegetación a los alrededores en pleno cambio de una estación a otra. La primavera ha dado inicio y el clima se modificará en próximos días. Una ligera bruma creaba un ambiente especial dentro del bosque.
Ya en tierra, comenzamos una de las distintas caminatas del día, la primera de ellas por el sendero interpretativo de Laguna Negra que nos llevó hacia la zona de turbales que son acumulaciones de musgo y otras materias en la tierra. Convierten el terreno en una especie de colchón enorme que ayuda a la filtración de agua. Si pisas un poco se te hunde el pie.
Mucha de la flora y fauna de este sitio es endémica aunque también nos comentan que se han traído algunas especies tanto de plantas como de animales de otros lados, como los castores, por ejemplo. También te puedes encontrar con liebres, zorros pequeños, nutrias, pájaros carpinteros y patos en variadas especies. Continuamos nuestro andar hasta el final de la ruta No. 3 para llegar a la Bahía Lapataia y tener una de las vistas más al sur del continente. La nieve iba y venía cuando quería. Los caminos están muy bien marcados y la guía ha sido muy buena explicando todo a detalle entre el paso rápido y lento que iba marcando el grupo. Estuvimos en la costa en donde se pueden ver los concheros que se forman a la orilla con los pequeños pedazos de concha de diferentes crustáceos. Ese tono verde no se me va a olvidar. Continuando y muy cerca de allí ubicamos la unidad postal Fin del Mundo en donde pasamos a saludar al cartero mayor y, por supuesto, enviar una carta. Vamos a ver cuánto tarda en llegar. Seguimos hacia la punta y unos miradores. Después de haberlos disfrutado ya era la hora de comer y al calor de la chimenea de esta cabaña convertida en restaurante, nos esperaba una deliciosa milanesa napolitana acompañada con vino tinto y de postre un alfajor. Nada mejor para terminar con esta jornada verde y azul.
Última parada ... Faro del Fin del Mundo

18.11.08

USHUAIA: FIN DEL MUNDO




Si ustedes observan un mapa del continente americano y dirigen su vista hacia el punto más al sur, encontrarán la Isla de Tierra del Fuego y uno de sus sitios principales llamado Ushuaia cuyo significado es la Bahía que entra hacia el oeste. Pues bien, me encuentro en esta ciudad reconocida por ser la más austral del mundo.
Después de un vuelo muy corto desde El Calafate, pasaron por mí al Aeropuerto para llevarme al Hostel que tenía previamente reservado. En el camino acompañado de algún taxista o transportista el tema obligado es el clima y, por supuesto, el fútbol. No falla, la pasión que genera este deporte en Sudamérica es muy especial y lo he podido constatar en varios países, en fin. Llegando a la recepción me ubicaron en mi habitación y minutos después ya estaba confirmando los paseos que tenía destinados para los días siguientes. Tenía esta tarde libre y podía realizar un recorrido de reconocimiento así que, bien equipado contra el frío, salí a caminar cuando ligeramente se dejó sentir un poco de nieve. Mientras bajaba, ya que me encontraba en una de las partes altas de la ciudad, los copos de nieve caían con mayor intensidad e iban acompañados de una ligera lluvia. No me importaba, era momento de poner a prueba mi indumentaria la cual superó la expectativa con creces. El sol volvió a salir, nevó de nuevo y el cielo quedó cerrado de pronto. En esta zona siempre hay que estar preparado para cualquier inclemencia. Era momento de aprovechar e ir a comer el famoso asado de cordero fueguino que resultó más que delicioso y muy recomendable. Después hice algunas compras y caminé muy cerca del Puerto para observar la cantidad de barcos de todos tamaños, tanto turísticos como industriales que hacen distintos recorridos por los alrededores. La ciudad es muy atractiva, tienes vistas para todos lados, la rodean montañas y es bañada por las aguas del Canal de Beagle y el Lago Fagnano.
Continuamos desde el fin del mundo ...

13.11.08

EL CHALTÉN






Parte de este viaje a Sudamérica y uno de los objetivos de llegar a la Patagonia Argentina era para caminar en la nieve. Lo pude hacer en Bariloche y Calafate pero este sitio en el que estoy ahora llamado El Chaltén es conocido turísticamente como la Capital Argentina del Trekking.
Hay cantidad de senderos para escoger dentro del Parque Nacional. Están muy bien señalados y son para todos los niveles, desde muy sencillo con veredas pequeñas que te llevan a algunos miradores de la zona hasta aquellos más técnicos para los que requieres cierta experiencia.
El camino del Calafate para acá es alrededor de 3 horas en autobuses que van y vienen por la mañana y la noche. Llegué cerca de las 11 de la noche a una cabaña a las faldas de la montaña. Estaba nevando. Es cierto que llevo 2 semanas viendo nieve pero no me había tocado nevada. Hacía mucho frío y podía observar desde la ventana de una habitación en madera los copos caer cubriendo la tierra. Bajé a tomar un chocolate verdaderamente delicioso y conocí algunos viajeros que se encontraban por ahí. Yo tenía una idea de lo que quería hacer en estos dos días de caminatas y es de lo que se hablaba, de los paisajes, las vistas, los caminos y de que había estado nevando mucho y algunas rutas estaban cerradas. Pero eso no importaba, al día siguiente estuviera como fuera saldría a recorrer estos senderos. Un colombiano se apuntó al recorrido que yo iba a hacer hacia la Laguna Torre. Era mejor ir acompañado, sin duda. A la mañana siguiente, se me acercó una brasileña para decirme que si podía ir su amigo con nosotros, claro fue la respuesta. Así que ya eramos el trío latino que finalmente resultó bastante ameno. Lo mejor de todo era que el día parecía que abría, se veían algunos claros y se pronosticaba un buen clima aunque debo decir que en la Patagonia todo cambia en segundos y que un día soleado y con cielo azul se vuelve nublado y con nieve. Pasamos a comprar algunas provisiones antes de comenzar a caminar. Ya en la ruta tomamos muy buen paso, la primera parada marcada a dos horas la logramos en una hora con veinte. El primer mirador fue increíble y pudimos observar cóndores, liebres y otras aves y animales. Caía nieve, soplaba el viento, salía el sol y nosotros seguíamos caminando por el costado del río que forma el deshielo del glaciar y la corriente de la laguna. Unos paisajes de cuento, además eramos los únicos en medio de las montañas lo cual lo hacía aún mejor, todo eso era sólo para nosotros. Llegamos a la Torre, hicimos un picnic a la orilla, nos acercamos a la laguna congelada y al glaciar. Estuvo increíble.
Teníamos que volver, se iba a hacer de noche. Paso veloz y en dos horas estábamos de regreso.
De pronto, escuché un ruido, un toc toc como cuando golpeas la madera. Me asomé entre los árboles y era un pájaro carpintero, momentos después observamos al otro. Estaban haciendo su nido y golpeaban con sus picos los troncos de los árboles ya secos. Finalmente, llegamos a nuestro destino y para rematar esta gran jornada una Quilmes de litro cada quien. Salud!

10.11.08

DE GLACIARES Y TÉMPANOS



La ciudad de El Calafate es el punto de partida para visitar los diferentes glaciares de la zona, entre ellos el más famoso llamado Perito Moreno. Hace unos cuantos meses fue noticia porque tuvo un desprendimiento notable después de muchísimos años y además fue en invierno, cuando más frío hace y es más difícil que se observen estos rompimientos.


Este sitio pertenece a la provincia de Santa Cruz y forma parte de el Parque Nacional Los Glaciares. Son 45 minutos por carretera los que tardas en llegar, así que es muy rápido y sencillo. Hay muchos autobuses y camionetas que te llevan y regresan. Era temprano, los días previos a esta visita habían estado soleados y con cielo claro. Esta mañana amanecía nublada y caía un poco de lluvia. Al menos a esa hora no se veía que las condiciones fueran a cambiar, sin embargo el comentario del guía puso a pensar al grupo. Comentó que cuando está nublado el hielo se ve más azul y entre más luz se va tornando blanco. Al llegar nos dimos cuenta que tenía razón. Nuestra primera parada fue en un lugar llamado el Canal de los Témpanos en donde sobre el agua se levantaban formaciones gélidas con distintos tonos azulados esculpidas por el viento. Nos acercamos a la orilla para apreciar las figuras naturales mientras pequeños copos de nieve completaban el cuadro. Fue muy especial este encuentro y un espectáculo de primer tiempo.
Seguimos nuestro camino para llegar al pequeño puerto donde parten los barcos que te llevan hacia la Cara Norte del Glaciar. La idea del viaje en esta embarcación es para intentar presenciar de cerca algún rompimiento del hielo. Alrededor de una hora es el tiempo en el que observas la gran pared de hielo y con tus oídos bien atentos esperas cualquier ruido para voltear de inmediato y ver alguna caída. Puedes tener suerte o no, depende de la naturaleza misma.
Un paseo es la caminata sobre el glaciar mismo en el que por unos cuantos minutos provocas el hielo crujir con cada uno de tus pasos, la experiencia es por demás recomendable y se remata con un vaso de hielo con whisky. Al volver hicimos el paseo por la Cara Sur para poder presenciar las dos paredes del Perito Moreno. En ambas vimos algunos rompimientos y desprendimientos pequeños. El número principal nos lo tenía reservado para más tarde durante la caminata en las pasarelas. Parte de la visita y en donde aprecias más cerca que nunca el glaciar es por los diferentes pasillos marcados para llegar a varios miradores con distintas vistas.
Es realmente imponente la cantidad de hielo y el tamaño del glaciar. La fortuna que tuve en el vuelo comentado en el post anterior me permitió observar sus enormes dimensiones desde las alturas. Estando en tierra era increíble estar ahí también. De pronto, se escuchó un ruido enorme, volteamos y vimos caer un enorme pedazo de hielo, hizo de inmediato una ola y se congeló en cuestión de segundos, fue bárbaro. Tuvimos una gran suerte y fue un día increíble que comenzó azul y terminó blanco...

5.11.08

EL VUELO EN EL ASIENTO INEXISTENTE Y LAS VISTAS EXTRAORDINARIAS


Tras varios días en Bariloche y sus alrededores, mi camino hacia el sur de la Patagonia Argentina continuaba con rumbo a la ciudad de El Calafate, famosa por el glaciar Perito Moreno.
En el camino hacia ese aeropuerto que parece una gran cabaña, , me despedía del imponente lago Nahuel Huapi y de todas las montañas que rodean esta hermosa ciudad, paseando por las Avenidas Mitre y 12 de octubre y agradeciendo los grandes momentos que he pasado por acá.
Ya en la sala de espera y con mi pase de abordar en mano, acudí al llamado que indicaba que era hora de subir al avión de Aerolíneas Argentinas. Había poca gente y abordamos de inmediato. El asiento que tenía marcado era el 7A, así que avancé un poco por el pasillo hacia la fila correspondiente. Al llegar, me pareció extraño que me hubieran designado un asiento inexistente. No había dónde sentarse, era la salida de emergencia y los únicos asientos disponibles eran el 7B y 7C. Me senté enmedio por un momento para revisar nuevamente y lo pude confirmar, mi asiento no existe en este avión jajaja. Como los otros dos estaban vacíos no hubo problema y ni siquiera se los hice saber a la tripulación. Sería un vuelo cómodo con un tiempo estimado de 2:30 hrs., tomé un libro y me puse a leer.
El tiempo que paso en los aeropuertos y aviones mismos, lo disfruto mucho escribiendo, leyendo o escuchando música. Son lugares fuente de ideas y los trato de aprovechar en la mayor medida posible. Ya en el aire, las primeras postales fueron de Bariloche, por supuesto, era increíble observar todo desde arriba. Una panorámica diferente y hermosa de la naturaleza al por mayor.
Minutos después, el capitán saludaba a los pasajeros del avión e informaba el clima, la altitud, etc. en un tono bastante amable que hasta sorprendió. Fue más allá de un anuncio de rutina. Seguíamos volando cuando se escuchó nuevamente su voz indicando que estuvieramos muy pendientes ya que en 2 minutos iba a comenzar el espectáculo. Atentos los del lado derecho, fue el aviso. Los del lado izquierdo nos tuvimos que levantar al pasillo para poder observar, sin embargo, segundos después el anuncio iba nuestro favor. Y así transcurrieron más de 15 minutos, de derecha a izquierda y viceversa. Las sonrisas de todos los pasajeros se multiplicaban al ver una y otra imagen. Fue irreal, muy pocas veces sucede en un vuelo comercial que te dejen disfrutar de esta manera. Además el cielo estaba extraordinario. Tiempo después fue anunciado el próximo aterrizaje. Al tocar tierra el avión, se empezó a escuchar un aplauso el cual se hizo extenso. Los que estábamos a bordo agradecíamos el excelente vuelo que habíamos tenido y la gran experiencia de vivir esos paisajes desde el aire.
La aventura sigue ...

3.11.08

ESQUIANDO ...




Otras de las paradas obligatorias al estar en Bariloche es visitar las diferentes montañas que rodean a esta ciudad. El Cerro Otto, es reconocido por su confitería giratoria que te permite una vista de 360° muy llamativa de todo el lugar, puedes caminar un poco y convivir con los perros San Bernardo que están arriba. Otro sitio es el Cerro Campanario, que nos brinda una vista única ya que puedes observar la parte de atrás de los picos y varios lagos de distintos tamaños que de otra manera no se podrían ver. Cualquiera de estos paseos los puedes hacer por tu cuenta o tomar alguno de los dos circuitos turísticos, el chico o el grande. Ambos te llevarán a los puntos principales y lugares obligados para conocer.
Una de las cosas que me preguntaron llegando a Bariloche fue si iba a esquiar, mi primera respuesta fue que no lo sabía, que quería hacer varias caminatas y paseos. Pero después de lo que he experimentado en la nieve y lo bien que la he pasado en estos días, tonto sería no hacerlo, así que me dirigí al centro invernal más importante de América del Sur: El Cerro Catedral. Un lugar espectacular que ofrece una enorme variedad de servicios para practicar todas las modalidades de esquí, cuenta con hoteles, restaurantes, etc. En la mañana estaba listo, iban a dar las 10 hrs y todavía no había llegado mucha gente. Fui a contratar el equipo, a pedir unos mapas y a infomarme muy bien para elegir las pistas y los medios de elevación adecuados para mi nivel que ciertamente es básico. Aprendí a esquiar en Canadá un par de años atrás así que confiaba en que no necesitaba un maestro y mucho menos una clase. Bien armado, me fui hacia la telecabina que te lleva hasta la Punta Nevada, lugar donde podía hacer el primero de mis descensos. Había que escoger entre la zona de principiantes o las pistas fáciles. Opté por las segundas y fue una excelente opción ya que desde el primer instante recordé de qué se trataba el jueguito éste. Bajé cuantas veces pude y subía alegremente por las telesillas para intentar la hazaña de nuevo. Traía una pila extraordinaria, la adrenalina, velocidad y cierto vértigo que provoca estar deslizándote en lo alto de las montañas se vuelve adictivo. Aunque eso sí, siempre fui prudente y me mantuve en las pistas de color verde, que son las más sencillas o, mejor dicho, las menos complicadas ya que no es tan fácil. Me tocó ver gente que nunca se pudo parar en los esquíes, ya no digamos frenar o dar la vuelta. En fin, fueron más de 5 horas las que estuve de arriba para abajo. Antes de partir y regresar el equipo, tenía que aprovechar que estaba arriba en el Cerro Catedral para conocer el Refugio Lynch ubicado en la mera punta. Comí delicioso en el restaurante, bebí un poco y ya bien repuesto emprendí el viaje de regreso. Fue una diversión enorme, unos paisajes bárbaros y una experiencia tan buena que si hubiera nieve en México seguro me volvería fanático de los deportes invernales.
Seguimos por aquí ...