21.4.08

EN YELAPA ...

Este fin de semana desde Puerto Vallarta tomé un taxi acuático, una de las llamadas "pangas" para trasladarme hacia el sur con dirección a Yelapa. Un viaje de 50 minutos a la orilla del Pacífico me llevó a este lugar que sólo se accede a través de los distintos medios marítimos como barcos, lanchas, yates, jet ski, etc. No hay autos y lo único que circula por sus pequeñas calles son caballos, burros, bicicletas y motocicletas. Una pequeña bahía forma las aguas de este asentamiento que tiene ya varias décadas de existencia, lugar de pescadores y sitio para descansar. A mi llegada decidí bajarme en el muelle ubicado en el pueblo para recorrer sus diferentes caminos en subida y bajada hasta llegar a la parte de la playa, los restaurantes y los hoteles. Cerca del medio día, me quedé de ver con Roberto, el encargado de las cabañas en las que pasaría la noche y ya estaba ahí esperándome muy atento. Pasamos a conocer el lugar llamado La Joya, son 4 cabañas con piso de barro y palapa en el techo, muy fresca y con todo incluido, cocina, refri, hamaca, etc. Localizado al centro de la bahía a unos metros de la orilla del mar, dimos un leve paseo por las instalaciones y después le pedí la recomendación de un sitio para comer. Me fui hacia el Restaurante Domingo's donde comí un coctél de pulpo con camarón, sabroso pero nada más. Tengo que reconocer que los mariscos que comí en Sinaloa son de los mejores del mundo, que ni qué.
Bien, el único detalle y por el cual no tengo testimonios gráficos esta vez es porque mi cámara se ha descompuesto... chale!, por alguna extraña razón el lente no sale y marca error, vuelvo a hacer la operación, no funciona y no pude tomar fotos.
Después de comer hice una pequeña caminata por el río para conocer los alrededores y luego subirme a un caballo para hacer la respectiva visita a la cascada, un paseo de unos 25 minutos en los que pasas por diferentes sitios del pueblo, muchas casitas, la iglesia, restaurantes y un lugarcito donde le llaman la casa de la imaginación que es un centro de manifestación de ideas muy chido, estuve platicando un ratito con Kelly, la gringa que tiene a su cargo el proyecto. Al lado de la cascada hay un barecito y parada obligatoria para una chelita. Pasó la tarde muy agusto y poco a poco todo fue obscureciendo, es un ambiente muy bonito porque comienzan a encenderse las velas, hay muy poca luz y todo adopta un ambiente muy especial.
Esa misma noche quedé de cenar con gente del Hotel Lagunita para conocer sus servicios y alimentos. Me recibieron con una copa de vino y yo me pedí un filete al mojo de ajo con verduras al vapor y de postre un brownie con helado, muy sabroso y satisfecho. Una plática muy superficial de negocios y ya. Los dejé para irme al pueblo a dar la vuelta, caminar de noche bajo la luna y descansar siendo arrullado por el sonido de las olas y diferentes insectos.
Por la mañana, el concierto de sonidos fue aumentando de tono, cientos o miles de aves tal vez, despertaban a un nuevo día y nos hacían notar su presencia con sus diferentes cantos, la total y absoluta naturaleza. Eran las 5 de la mañana pero no importó, lo viví junto con ellos disfrutando finalmente de su propio espacio el cual hemos invadido. Más tarde localicé un restaurante que ya había abierto y me tomé un cafecito. Esos momentos de la mañana en que estás solo enmedio de la playa, con la bruma y neblina que se disipa, los pájaros que vuelan y viendo cómo poco a poco todo el lugar comienza a despertar son bárbaros. Después llegó el desayuno y más tarde un obligado descanso en la playa, musiquita y chelita. En lo alto volaban unos parapentes y en su descenso aterrizaron a unos metros de donde yo estaba, platiqué con ellos y me invitaron a su casa, llegó otro gringo con su guitarra y circulaban chelas y más chelas, canciones de Dylan, Marley, etc. Por casi pierdo mi taxi de regreso ya que tenía que estar a las 3 de la tarde y ya traíamos alto reven, de regreso venía platicando con una familia que venía en el mismo tono que yo, para no variar. Llegamos al muelle en Vallarta y caminé un poco, la playa estaba llena como un domingo cualquiera cuando de pronto se dejó ver un pequeño delfin acercándose a la orilla. La gente se acercaba para querer tocarlo, dejé mi mochila sobre la arena y me acerqué junto con otros para no dejarlos tocar y al contrario, hacer que el animalillo se regresara hacia adentro del mar, fueron más de 5 minutos de ir y venir cuando la acumulación de gente era mayor, por supuesto, lleno de curiosos y cámaras y celulares registrando esos momentos. Total que finalmente el delfin reencontró su camino y esta historia terminó.

8 comentarios:

Jana dijo...

..."esos momentos de la mañana en que estás solo enmedio de la playa, con la bruma y neblina que se disipa, los pájaros que vuelan"...
Que padre estar en un lugar asi!!... lo incluire a la lista de lugares a donde tengo que ir :)

Anónimo dijo...

porque siempre viajas tanto???

Atte.
elgatowilly

Siempre Yop, Bárbara para los amigos dijo...

Puedo estar ahí......me conformo solo con una semana

Saludos

desde algún lugar ... dijo...

jane: efectivamente, habrá que ir alguna vez oiga

gato willy: qué bueno saber de tí!
ya no tenemos el enlace a tu blog, qué onda? A parte de que es una de mis pasiones, lo hago por mi trabajo, qué sufrido, no? jajaja

siempre yop: una semana es perfecta para una buena relajación

Marisolirais dijo...

Chispas, desde hace un rato Yelapa está dentro de mis próximas visitas obligadas, pero la neta no he tenido varo. Pero pronto...

Un abrazo!

Eri-Eri dijo...

ahhh quiero irrr!!
ahhh ya repara la camara pleaseee!!
ahhh me dio tanto gusto que ayudaras a q el delfin regresara al mar!! ahhh casi lloro de felicidad!! x cierto has visto q en la ultima semana 2 personas han muerto x ataque de tiburon?? mmm sera q los animales se estan revelando?!??
bueno te visitare seguido me gusto tu blog!!

elgatowilly dijo...

¿En qué trabajas exactamente?

Déjame adivinar... en algún trabajo turismo aventura. Dame el dato, en una de esas nos encontremos en algún paradisiaco lugar y nos olvidemos de la vida.

Te mando muchos saludos desde mis suelos deshabitados.

Un abrazo a la distancia.

Amelia López Solerssi dijo...

hola, como estas?
fijate que ando buscando algo para unos amigos suizos que quieren venir, leyendote se me antojo tal vez yelapa
tu me puedes ayudar con informacion??
si fueras tan amable por favor,
mi mail es amelia.lopez@gmail.com