25.12.07

Una tentadora oferta me tiene trabajando aquí en la oficina el mismo 25 de diciembre, creo que es la primera vez en mi vida que trabajo en esta fecha pero bueno, si te dicen, te pagamos el triple si vienes medio día, seguro te pones a pensar y heme aquí ahora jajaja. Ayer estuvo muy light la neta, me dormí como a las tres de la mañana, un par de brindis de por medio acompañados de una deliciosa pierna al horno con puré de papa fueron el menú de Navidad. Estuvo muy raro todo, no estuve acompañado de ningún familiar aunque estuvieron presentes toda la noche con llamadas por radio a cada instante. Es interesante porque cuando te encuentras lejos de la familia como que las expresiones de amor y de afecto suelen ser mayores, de eso deberíamos aprender, no sólo en la distancia deberíamos hacerlo si no que hay que valorar cada día a quien tenemos al lado, decirles lo que pensamos y lo que sentimos, el rush de la vida diaria nos convierte de pronto en seres insensibles que sólo reaparecen en fechas como esta o en la mencionada lejanía, y no lo digo por mi caso ya que me siento orgulloso de tener una familia muy unida y con mucha comunicación pero es cierto, perdemos muchas veces esa sensibilidad que nos hace humanos y que no lo entendemos todos los días. Hay que sentarnos a reflexionar, a escucharnos a nosotros mismos y ver a nuestro alrededor, dónde estamos, con quién y qué estamos haciendo.

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