10.1.08

Ya terminaron las Navidades, los Años Nuevos, los Reyes Magos, etc. Parece que las cosas vuelven a la normalidad con resacas, desveladas y propósitos encima. No sé a ustedes pero este 2008 me vibra como que va a ser un año muy chido. Después de asisitir a dos que tres posadas, comer otras cuantas roscas e infinidad de brindis, reflexiono en los detalles que hacen mágicas estas fechas. Además de las reuniones familiares y de amigos, la imaginación e inocencia de los pequeños es lo que mueve a esta temporada. Por diversos motivos no pude convivir con ningún niño en esta ocasión pero recuerdo que cuando lo era, mis padres hicieron tan bien su trabajo que nuestra creencia en Santa y los Reyes Magos duró hasta finalizar la primaria, por lo menos. El día que no se me olvida es cuando por ahí del 22 o 23 de diciembre salíamos de viaje. Pasó por nosotros un taxi del aeropuerto y listos con maletas arriba emprendimos la travesía de ese año. Lo increíble fue a nuestro regreso, la casa estaba llena de regalos. No vivía nadie más con nostros ni encargamos a nadie que la cuidara. En ese momento nos volteamos a ver mi hermano y yo y no había duda de que Santa existía. Cómo había podido entrar, era mágico, era real. Disfrutamos mucho nuestros juguetes, recuerdo que en esa ocasión me trajeron la isla de los weebles con su barco pirata y toda la onda. En fin, grandes recuerdos. Años después hablando con mis padres, recordamos aquella anécdota y me comentaron que estando nosotros en el taxi del aeropuerto supuestamente a mi papá se le había olvidado algo y regresó a la casa para acomodar todos los juguetes. Por supuesto que en nuestras inocentes mentes nunca se nos hubiera ocurrido tan mañoso plan pero sin duda alguna que agradezco enormemente que lo hayan hecho así manteniendo nuestra ilusión de niños por mucho mucho tiempo. Por cierto, en mi casa la tradición era que el 24 llegaban los juguetes y el 6 de enero la ropa pero en muchas familias es diferente. Cómo es para ustedes ??

2 comentarios:

sirako dijo...

mi papá nos pegaba el 24 y el 6 salíamos del hospital :(

Mar dijo...

Ahhhhhh, qué bonito.
En navidad, mi abuelita cooperaba para los regalos y eran verdaderamente numersos (o eso recuerdo)mientras que para el día de reyes mis papás estaban un poco ahogados por la cuesta de enero y los regalos eran menores.

Pero muy chido. Muy bonito.

Mis papás también se esforzaron por crearnos una buena fantasía, aunque yo no tuve la suerte de terminar la primaria creyendo en ello, jojó.